lunes, 2 de marzo de 2015

TRAGANDO SALIVA

-Me llama un amigo de madrugada y aunque soy reacio a contestar a esas horas, lo hago. Me comenta que está toda la noche tragando saliva sin parar y que ya empieza a tener dolor en la garganta y le es insoportable. Le pregunto qué fue lo que pasó en el dia relacionado con tragarse alguna situación. Lo tiene claro, estoy llevándole el caso a un cliente y la primera vez no le cobré pero ayer vino por segunda vez y si que tenía intención de cobrarle porque además estuve asesorándole un buen rato y quedé satisfecho con mi trabajo. Cuando termino con él, me dice que gracias y que ya nos veremos. Yo me quedo esperando el que me diga cuánto es la consulta de asesoría que es de lo que vivo yo pero no es así y cuando se va me quedo con una mala sensación.
-Bien, no te preocupes. Está claro que no te sentó muy bien esa situación y tu cuerpo lo que está intentando hacer con tanta saliva es tragar esa situación, pero no puede. Imagínate que tienes a esa persona delante y dile todo lo que le hubieses dicho en aquel momento y vuélveme a llamar dentro de un rato.
Al poco me llama y me dice que ya no le duele tanto la garganta y está más tranquilo y puede dormir ya.