domingo, 23 de octubre de 2016

DESCODIFICANDO LAS HEMORROIDES

Son el efecto de la dilatación de las venas del recto y del ano. Están asociadas frecuentemente al estreñimiento.
Indican una presión creada por estados emocionales y por temores que no queremos mostrar ni de los cuales queremos hablar. Las hemorroides nos hablan de lo que uno se “fuerza” en una situación, al igual que se ha de forzar para evacuar las heces. Nos sentimos en la obligación de hacer algo de lo que no podemos librarnos, como aceptar una situación que nos desagrada, esforzarnos en realizar un trabajo que no nos gusta, etc. Nos exigimos demasiado y nos obligamos a terminar lo que hacemos,  a causa de una inseguridad material y una dificultad para tomar decisiones.
Cuando estamos sometidos a una gran presión, a un exceso de compromisos a los que no sabemos “negarnos” y nos sentimos tan sobrecargados que ya no lo podemos soportar; estamos expuestos a “explotar” en cualquier momento.
A nivel biológico sabemos por ejemplo que muchos animales lo primero que hacen cuando se encuentran es olerse el ano. Esto no es casual,  ya que con este acto los animales saben la identidad del otro, su sexo, estado hormonal, etc.
También en el ano reside la identidad de la persona.
Conflictos de identidad dentro del territorio: ¿Quién soy? “No sé qué identidad tengo”. “En mi familia no se me reconoce”. “Los demás me dejan de lado”. “Nadie se preocupa por mi”.
Conflicto de separación y de pérdida en el seno de la propia familia.
“Ya no se qué pinto en ésta familia, en ésta casa”, en éste clan”.
Conflicto de rencor en el interior del territorio por una marranada que nos hicieron pero que no podemos olvidar ni perdonar. Podemos vivir normalmente en el presente, haciendo como que aquella experiencia quedó en el olvido, pero hay algo que nos la mantiene dentro de nosotros, vivimos con eso, nos pesa y no podemos olvidarlo.
“No quiero perdonar, lo guardo”.
Por otro lado sabemos que las heces son una forma de marcaje de territorio en el reino animal (cuidado que en este territorio defeco yo), y para los humanos, inconscientemente, también lo es.
¿Dónde está mi lugar? “No encuentro mi sitio, me siento apartado”. “Necesito marcar, encontrar mi sitio, tener raíces y no nadar entre dos aguas”. “Estoy al límite, mi lugar no está dentro de este territorio”. “No saber dónde está el lugar de uno”. “Estoy separado de mi sitio, de aquel que en el fondo soy yo”. “Me veo obligado a poner mi culo en otro asiento”.

Hemorroides en las embarazadas: ¿Cuál va a ser mi sitio ahora que viene mi hijo/a al mundo?
¿Cuál va a ser mi identidad? 
¿Seguiré siendo la esposa de mi marido o la madre de mi hijo?
La madre necesita adaptar su vida a esa nueva situación y el estrés se manifiesta de este modo en algunos casos.
Otro resentir puede ser: “doy un lugar a ésta nueva identidad”.
Las hemorroides se suelen manifestar  en personas inseguras, que padecen desconfianza e inquietud por el futuro y, como consecuencia, generan la tendencia a “retener las cosas”; quieren asegurar al máximo, por lo que pueda ocurrir.
Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:
Cuanto más fuerte sea nuestra actitud interior de inseguridad, más sufriremos de hemorroides. Para aliviar esta inseguridad, nos obligamos  a "hacer" para "tener".

Debemos encontrar la manera de relajarnos, de sentirnos más seguros en relación a nuestra vida material y aprender a confiar en la abundancia de la existencia. Es necesario que empecemos a “soltar”, a desprendernos de todo lo que ya “no sirve”, a confiar más en nosotros y a expresar lo que sentimos, concediéndonos todo el derecho a tener miedo en el aspecto material y concentrar toda nuestra energía en avanzar en la vida.

Joman Romero
Autor del libro CONOCERNOS ¿qué nos quiere decir el cuerpo con la enfermedad?


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