La ciencia sabe desde hace décadas
que entre un 10 % y un 20 % de los embarazos comienza como un embarazo
múltiple, sobre todo de mellizos, pero también de gemelos, trillizos o
cuatrillizos. Pero en Europa sólo uno de cada 100 partos acaba siendo de
gemelos, aunque últimamente como consecuencia de la fertilización en Vitro ya
nacen gemelos en uno de 50 partos en algunos países, entre ellos España. (En
este articulo utilizaré la expresión “gemelo”, tanto cuando se trata de gemelos
como de mellizos, e incluyendo también el sexo opuesto, las gemelas.) Esto
significa que más que un 90 % de gemelos se pierden durante el embarazo. Como
la constitución femenina esta diseñada para la gestación de un único bebe, a
menudo la naturaleza sacrifica a algún feto para garantizar la supervivencia
del otro. La mayoría se malogran antes de la décima semana, no dejando rastro
alguno al ser el embrión reabsorbido por el útero materno. Entonces se habla
del gemelo evanescente. En estos casos sólo una ecografía temprana podría
mostrar sí al comienzo hubo un embarazo múltiple, aunque esto no siempre
significa que el ginecólogo lo comunique a la embarazada. Para “no inquietarla
de forma innecesaria” a veces se silencia que su embarazo fue originalmente un
embarazo múltiple. La ecografía fue introducida en España en los años 70.
Cuanto más tiempo de gestación haya
vivido más probable es que el gemelo muerto haya dejado alguna huella. A veces
la comadrona encuentra después el parto del gemelo sobreviviente una placenta
alargada o una segunda placenta, o un diminuto feto momificado y puede
comentarlo a los padres. En algunos pocos casos uno de los gemelos muere solo
unos días antes o durante el parto. Así que en ocasiones el hermano vivo sabe
que tenía un gemelo que murió durante el embarazo, mientras que a menudo lo
ignora.
Resumiendo esto significa que por
lo menos una de cada diez personas empezó su vida acompañada por un gemelo o
trillizos. Esto supone un grupo significativo de la población. Mientras lo
dicho es un hecho científicamente conocido y comprobado, aunque poco conocido
por el público, durante mucho tiempo se ignoró por completo que efectos podría
tener esta pérdida para el gemelo sobreviviente. Solo en los últimos años han
aparecido unas primeras investigaciones y publicaciones al respecto.
¿Que
significa el hecho de ser un gemelo solitario?
Para un gemelo sobreviviente el
vivenciar la muerte de su hermano durante el embarazo casi siempre es una
fuerte experiencia traumática. Esta pérdida a menudo hace sombra a todo lo que
le espera después en su vida. Parece ser una mera anécdota al comienzo de su
camino y nada más, pero según mi experiencia no se puede subestimar la
importancia de esta pérdida en la vida del gemelo solitario. Le determina en
muchos aspectos. Hay que entender que para un gemelo la relación con su hermano
es la primera relación de su vida, que viene incluso antes de la relación con
su madre. La psicología prenatal subraya la suma importancia que tiene este
hecho. Los recuerdos e improntas prenatales de un gemelo y de la experiencia de
su primera relación son habitualmente de un profundo amor y de una cercanía tan
intensa que se vive como una unión. A esto le sigue la muerte y la experiencia
de la pérdida del gemelo, lo que, experimentado desde esta corta distancia, es
realmente terrorífico y traumático, y le deja en estado de shock. Lo sorprendente
es que las investigaciones muestran que estas tempranas improntas son
determinantes para la vida del gemelo sobreviviente, incluso cuando la perdida
del gemelo tuvo lugar en el primer trimestre de la gestación. Aunque el gemelo
sobreviviente no es consciente de los recuerdos de su gemelo, estos forman la
base de su guión de vida. A continuación voy a describir algunos de sus
sentimientos y conductas más característicos:
Una consecuencia habitual es que el
gemelo sobreviviente vive en una confusión. No tiene claro quien de los dos (o
tres) es él: el vivo o el muerto. Por supuesto esto sucede en el profundo
inconsciente. En un momento vital y activo, de golpe se puede sentir sin
fuerza, solo y deprimido. Alterna entre los dos polos y siente por los dos. En
consecuencia no se entiende a si mismo y tiene el sentimiento básico que es
diferente que los demás.
Se podría decir que el gemelo vivo
no quiere dejar a su hermano muerto solo, y le sigue amando y acompañando en su
alma. Se parece al mito griego de los hermanos gemelos Hipnos y Thanatos,
dioses del sueño y de la muerte, ambos hijos de la noche. También un proverbio
alemán dice que el sueño es el hermano pequeño de la muerte. Una posible
comprensión de este mito es que Thanatos se murió y que su hermano Hipnos se
unió con el en sus sueños. De la misma forma el gemelo vivo sigue unido a su
hermano muerto. Una vez adulto se siente algo distante de sus seres queridos,
de su entorno y de la vida misma. Tiene un pie en la vida y el otro en la
muerte. Algunos tienen una comprensión innata de la muerte que parece ser un
viejo conocido a quien respetan y comprenden, pero que no les causa ningún
miedo. Otros sienten una gran angustia con todo lo relacionado con la muerte.
Algunos quieren morir, lo que se puede manifestar desde una tendencia
depresiva, drogas, anorexia hasta conductas de riesgo o incluso suicidio. Todos
tienen en común un sentimiento básico de tristeza o melancolía. A causa de su
dolor y estado de shock nacen con un movimiento interrumpido hacia su madre.
Desde pequeño un gemelo solitario
siente que alguien le falta, lo que le hace sentirse acompañado por una soledad
aunque esté arropado por su familia. Puede que tenga un amigo invisible, o una
muñeca que es de suma importancia para él. Se retira de forma intermitente a un
mundo propio al que los demás no tienen acceso. Este sentimiento básico de
soledad le acompañará también siendo adulto, igual que el sentimiento de estar
incompleto. Algo o alguien le faltan. Puede que inicie una búsqueda de algo en
su vida aunque no sepa lo que es. Esta búsqueda puede mostrarse de diferentes
maneras: viajar por todo el mundo, estar inmerso en una búsqueda espiritual,
querer encontrar la pareja ideal. Puede que uno sienta especial interés y
atracción por gemelos. O que duplique ciertas posesiones comprando un par de
todo sin saber porque.
Casi todos gemelos sobrevivientes
se sienten profundamente culpables o hiperesponsables respecto a su entorno. Es
un sentimiento básico sin que entiendan la causa. En su inconsciente ha quedado
la idea de no haber hecho lo suficiente para salvar a su querido hermano, o
incluso de haber causado su muerte. Es el sentimiento de la culpa del
sobreviviente que luego se proyecta en todo lo demás. Un número significativo
de los gemelos sobrevivientes trabaja en profesiones de ayuda, lo que tiene que
ver tanto con su afán de salvar al otro, como con su capacidad empática, típica
de un gemelo solitario. En su vida laboral a menudo trabajan por dos (o tres).
Esto no quiere decir que se permitan disfrutar los frutos del éxito que para
muchos de ellos es más bien pasajero, como algo que se gana y se pierde, lo que
puede ser un patrón típico en su vida.
Un gemelo tiene un modelo de
relación fundamentalmente diferente de la de un no gemelo. En pocas palabras se
puede describir esta compleja realidad solo en unas pinceladas: un gemelo busca
normalmente relaciones cercanas y profundas, mientras que las superficiales no
le interesan. Esto incluye a menudo la necesidad de mucho contacto corporal. De
esta forma revive su primera experiencia de relación que tuvo en el útero. A lo
largo de la vida la relación de pareja es la que más se parece en su constante
cercanía y su enfoque en el otro a una relación entre gemelos. Es más este
sentimiento de “nosotros” lo que les hace sentirse bien. Pero una vez pasada la
primera fase del enamoramiento es difícil para personas que no son gemelos
soportar esta cercanía constante, porque necesitan más espacio propio donde
poder sentirse a si mismos. El modelo de relación de una persona sin par se
parece a las mareas, un movimiento rítmico de acercarse y retirarse, para estar
con el otro y después de nuevo con uno mismo. Esta mas anclado en el
sentimiento de “yo”. Estas diferencias hacen que no pocas relaciones entre gemelo
y no gemelo se rompan con el tiempo.
Un gemelo solitario tiene dos
formas bien distintas de vivir relaciones, aunque a menudo aparecen en una
mezcla: se agarra a su pareja y teme la separación, por miedo a perder a su ser
querido otra vez. Cada movimiento pendular de retirarse de su pareja lo vive
como un abandono doloroso. A veces esto lo lleva a una actitud controladora o a
sentir celos. Si por esta conducta su pareja se siente agobiada y se va, se
repite para el gemelo solitario una vez más su vivencia inicial de la perdida y
de la separación. Para él es una catástrofe que le hace sufrir muchísimo.
Cualquier pérdida, desde una ruptura de una amistad hasta la muerte de una
mascota, puede causarle un sufrimiento que le hunde durante un largo tiempo.
La otra forma es que huya de toda
relación intima porque le dé pánico. No se atreve a amar porque lleva en su
interior un profundo temor de que su gemelo le arrastrará hacia la muerte, o
que no sobreviviera una nueva separación. En consecuencia le cuesta abrirse y
entregarse realmente a cualquier relación amorosa más adelante en su vida.
Siente que necesita una cierta distancia de seguridad aunque no entienda el
porqué.
Sean cuales fueren las causas en un
primer plano, es un hecho que los gemelos solitarios tienen menos hijos que
otras personas. Aunque a veces lo anhelen tanto que parece una cuestión de vida
o muerte. Siendo padres pueden tener un vínculo especial con uno de sus hijos,
con quien experimentan una cercanía y unión que refleja la relación que
tuvieron con su gemelo. Entonces les cuesta distinguir a su hijo y su gemelo
emocionalmente. En algunos casos en lugar de tener hijos tienen una mascota que
llevan muy de cerca, por ejemplo un pequeño perrito que siempre tienen en el
regazo o sujetan en el brazo.
¿Como
saberlo?
Aparte de los indicios indicadores
que se muestran en los sentimientos básicos, la vivencia interna y el
comportamiento de la persona en cuestión, nombrados anteriormente, también hay
indicadores biológicos que muestran si una persona es un gemelo sobreviviente o
no. Los principales son:
Embarazo a través de fecundación en
Vitro
una ecografía que muestra un
embarazo múltiple
una fuerte perdida de sangre
vaginal en el primer trimestre del embarazo
una segunda placenta, o una
placenta de forma inusual
un diminuto feto momificado (llamado
feto papírico)
un parto de un gemelo muerto
un teratoma que contiene material
orgánico como hueso, dientes o cabello
órganos duplicados como un doble
útero, etc. o dedos extras (también pueden tener una causa diferente)
otros gemelos en la familia (esto
muestra una probabilidad genética)
Solo ocasionalmente se dan estas
pistas biológicas. Y cuando el gemelo se fue durante el primer trimestre del
embarazo, como es el caso en la gran mayoría de los gemelos solitarios,
entonces la madre normalmente no sabe si hubo un embarazo múltiple. Pero
mientras que los indicadores biológicos hablan con claridad, hay que ver el
conjunto de los otros indicadores para saber si una persona es un gemelo
solitario. Como lamentablemente en muchos casos falta la información sobre las
circunstancias del embarazo y parto, y en consecuencia no es posible llegar a
un diagnostico claro por esta vía, puede ser de ayuda considerar la posibilidad
de ser un gemelo solitario cuando uno se reconoce en la mayoría de los
nombrados sentimientos básicos y actitudes. Muchos de ellos por sí solos pueden
también tener otras causas y no indican necesariamente que la persona empezó su
camino de vida acompañado por un gemelo. Reconocerse en uno u otro aspecto
descrito suelto no significa nada. Solo cuando uno se reconoce en la imagen
general, sufre de las consecuencias descritas, y cuando otros caminos
terapéuticos no hayan llevado a una sanación, entonces valdría la pena seguir
esta pista hacia su propia realidad interior para encontrar la verdad.
Hay varios métodos terapéuticos que
ayudan a investigar más: con regresiones guiadas, a través de una Constelación
Familiar, con un examen kinesiológico, o analizando los propios sueños, entre
otros. El recuerdo del gemelo está allí en la persona afectada, en su
inconsciente y en la memoria celular del cuerpo. Cuando uno contacta con ello,
experimenta a menudo una comprensión espontánea. De golpe todo lo que antes era
una acumulación de piezas inconexas en la vida cobra sentido. Con ello comienza
su camino para recuperar la integridad de su alma.
El primer y decisivo paso es
reconocer la realidad de ser un gemelo solitario que ha perdido a su hermano en
la primera fase de vida. Solo esto produce a menudo un alivio inmediato.
Después uno empieza a hacerse consciente de la relación íntima con su gemelo.
Esto es un proceso que necesita su tiempo, a veces varios años. Uno descubre el
amor y la felicidad que sentía en la presencia y en la unión con su gemelo, y
también con el dolor y el terror que le causó su muerte. La añoranza de
reencontrarse con el otro y poder volver al paraíso perdido da paso a un tiempo
de duelo y despedida. Con el tiempo uno llega a la experiencia de un vínculo de
amor entre ambos que se mantiene.
También uno se da cuenta de algunas
creencias sobre si mismo y sobre la vida que se habían formado a causa de la
experiencia en el útero y que ahora le toca revisar. Para dar un ejemplo: de un
“soy el culpable, no he hecho lo suficiente para retenerle y salvarle” uno
llega a “no tenía que ver conmigo, porque no estaba en mis manos, fui muy
pequeño”. A esta nueva comprensión contribuye también llegar a la experiencia
de que el hermano muerto no tiene ningún reproche sino que siente amor hacia su
gemelo vivo. Gracias a esta experiencia no se queda en una reflexión mental,
sino se vuelve una vivencia interior.
Puede ser necesario tratar la
experiencia traumática de una muerte vivenciada tan de cerca, para sanar
estados de angustia inherentes. A veces partes de uno mismo se quedan
congeladas en un estado de shock, lo que después se manifiesta en una falta de
vitalidad o de emocionalidad. Aquí hay diferentes técnicas terapéuticas que
pueden ayudar a revitalizar estas partes de uno y sanar el trauma, como somatic
experiencing o EMDR, entre otros.
En este proceso de sanación se
aclara y se separa cada vez más lo que al comienzo era confuso y mezclado,
tanto emocionalmente como al nivel cognitivo. Un gemelo es gemelo durante toda
su vida, y mantendrá algunas percepciones y actitudes propias de esta vivencia
tan determinante. Pero al saberlo uno se entiende mejor y es capaz de
discriminar que pieza del puzzle pertenece a que lugar. Con el tiempo uno llega
a sentirse más entero y en consecuencia también más libre para vivir su propia
vida.
© Peter Bourquin, 2007 (revisado
12/2009)
www.gemelosolitario.net
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