Voy al trabajo y allí me dice la gerente que está sin ordenador. Me comenta que seguramente sea de una lámpara del piso de arriba que de alguna forma da fallo y eso ha provocado un cortocircuito y se ha fundido el ordenador. Yo ya se que no van por ahí los tiros pero voy a ver la lámpara, la desmonto y no veo nada raro en ella. Le digo que me cuente en qué ha estado pensando estos dias y me dice que quería llamar a un buen amigo de ella con el cual tenía algo pendiente y que era al que siempre lo llamaba para que le arreglase el ordenador.
Lo veo claro ya, le digo. Te lo voy a explicar: querías hablar con esta persona porque tenías algo importante que decirle y como al final nunca lo hacías, tu energía ha decidido romper el ordenador para que no tengas más remedio que llamarlo y de una vez por todas hablar con él.
Si, es cierto me dice, es el que siempre me arregla el ordenador.
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